Discriminación, racismo y xenofobia en el fútbol argentino: un problema de toda la cancha y más allá

I / Jugada peligrosa: cómo se expanden la discriminación, el racismo y la xenofobia en el fútbol argentino.

“A River le pasa esto porque quiso contradecir la historia. ¿Cuándo se ha visto que los negros dirijan a los blancos?” Hace 26 años, en un programa televisivo similar a lo que hoy sería “Fútbol de Primera” el periodista Pepe Peña lanzó aquella afirmación. Según su interpretación, el club de Nuñez no gozaba de buena salud deportiva por haber contratado como director técnico a un hombre de color negro: Didí, un ex jugador brasileño. Muchos señalan ese episodio como el primer antecedente de discriminación en el fútbol argentino.

Actualmente, las manifestaciones de ese tipo en este deporte son más variadas y extensas. Discriminación, racismo y xenofobia van ganando terreno, extendiéndose por todo el espectro que compone al mundo del fútbol. Hinchas, jugadores, entrenadores, árbitros y directivos: todos forman parte de esta escena. Podemos identificar situaciones de este tipo en diferentes localidades de nuestro país, desde Capital Federal, pasando por Buenos Aires, Jujuy  y Córdoba.

Cánticos de las parcialidades, banderas, insultos durante los partidos y declaraciones a la prensa antes y después de los partidos. Son estas distintas formas en que esos tres fenómenos sociales logran introducirse en el fútbol argentino. Estas manifestaciones racistas pueden rastrearse con mucha anterioridad en el fútbol de Europa, por ejemplo. En nuestro país, estos acontecimientos son de tipo más reciente, pero sin embargo parecen propagarse y repetirse a gran velocidad. A continuación, se presentan algunos ejemplos al respecto para empezar a generar conocimiento al sobre la temática.

II / Episodios que involucran a directivos del fútbol argentino

Para iniciar nuestro recorrido, un antecedente lejano en el tiempo que se puede mencionar remite a las declaraciones del entonces vicepresidente de River Plate, Alfredo Davicce, a la desaparecida revista Mística. El entrevistado asoció despectivamente a los ciudadanos bolivianos y paraguayos con la parcialidad de su clásico rival, Boca Juniors. Esto aconteció en el año 2000, en el mes de Julio. Este hecho fue denunciado por el Centro de Denuncias contra la Discriminación.

Una situación similar se dio en Abril de 2003 con otro dirigente del fútbol argentino. Julio Grondona, presidente aún vigente de la AFA, afirmó que “no hay árbitros judíos porque no les gustan las cosas difíciles”. Luego de aquello se arrepintió de lo manifestado, debió brindar testimonio en la justicia y presentarse a una audiencia de conciliación donde sus disculpas fueron aceptadas por representantes de la comunidad judía.

Un episodio mucho más reciente nos lleva a la provincia de Jujuy. El 19 de Septiembre de 2008 jugaban el equipo local, Gimnasia contra Argentinos Juniors. Al finalizar el partido, el presidente de la institución jujeña ingresó al campo de juego para reclamarle al árbitro Saúl Laverni por algunas decisiones tomadas durante el transcurso del juego. En medio de la discusión, Laverni le habría dicho a los jugadores locales, según Ulloa, presidente de Gimnasia de Jujuy, “dejen de molestar, bolivianos”. Lo insólito del hecho radica en que, más allá del presunto comentario xenofóbico del árbitro, el propio dirigente lo interpretó como un insulto, en lugar de condenar el comentario, que según Ulloa, habría sido expresado por el árbitro,  quien igualó la condición de ciudadano boliviano con un insulto. La cuestión se elevó a un tribunal disciplinario de la Asociación del Fútbol Argentino.

Ulloa, presidente de Gimnasia Jujuy, le reclama al árbitro Laverni. Diario Olé.

III / Episodios que involucran a jugadores del fútbol argentino

En 1998 un jugador colombiano llegaba a Rosario Central, Francisco Cassiani. Luego de un partido declaró ante los periodistas: “En la cancha me escupen y me dicen negro”. El propio Cassiani dio los nombres de los presuntos agresores, quienes negaron rotundamente tales acusaciones. Años antes, por 1994, Héctor Enrique afirmaba, en la revista El Gráfico,que algunos jugadores “te dicen negro villero o cosas parecidas”. Muchos jugadores reniegan de asuntos de este tipo, argumentando que tales cuestiones “deben quedar dentro de la cancha”, o se escudan en la conocida frase “son códigos del fútbol”.

Un tiempo después, más precisamente en el 2005, un incidente similar sucedió en el club de la ribera, Boca Juniors. Un jugador brasilero, Baiano, acusó ser discriminado por dos de sus compañeros. Los dichos fueron realizados cuando el regresó a su país, y todo quedó en un polémica más recogida por los medios, y en las quejas de sus ex compañeros por haber hablado con los medios y no en privado con el grupo de jugadores del plantel.

Quien denunció haber sido discriminado de manera formal y ante la justicia  fue otro colombiano: Gerardo Bedoya. En Octubre de 2001 el entonces jugador de Racing Club sostuvo ante el INADI, que recibió insultos por parte de los integrantes del banco de suplentes de Colón de Santa Fé durante el desarrollo de un partido entre ambos en la cancha de este último equipo. Al ser el Instituto mencionado quién encabezaba el reclamo, el demandante formal del hecho era el propio Estado Nacional.

IV / Episodios que involucran a las hinchadas del fútbol argentino

Llegaba el final del mes de Abril del año 2005, cuando en la provincia de Córdoba, el equipo local de Talleres recibía al Gimnasia jujeño. El partido era un jueves por la noche y parecía un partido más hasta que unas banderas empezaron a flamear en la tribuna local. Unas banderas con los colores del anfitrión llevaban impresas en el centro cruces esvásticas. El partido siguió su transcurso normal y no implicó en ningún momento la suspensión del juego. Las autoridades competentes de  la AFA, en reacción a los hechos, condenaron la actitud de los hinchas, y sancionaron económica y reglamentariamente al club (le asignaron un par de amonestaciones). No hubo quita de puntos. El INADI inició una causa judicial, y la policía cordobesa buscó responsables. Días después se supo que dos menores de edad eran los portadores de las banderas. Según el padre de uno de ellos dijo que llevaban la bandera “porque daba suerte”… La investigación, luego sin novedades, intentó identificar a los incitadores del acto.

 

Banderas nazis en la hinchada de Talleres (Cba.) Diario La Nación.

Ese mismo año, otro club sancionado por actitudes de sus simpatizantes fue Sarmiento de Junín, equipo de la Primera B Metropolitana: en un partido frente al equipo de Atlanta (identificado con la comunidad judía de Villa Crespo), se escucharon canticos anti-semitas y se exhibió una bandera con la leyenda “Más que blanco, blanco Atlanta”, en referencia al slogan publicitario de un jabón en polvo.

En Mayo, también de 2005, una agrupación aborigen de la provincia de Chubut, repudió a la parcialidad de Atlético Rafaela por haberle gritado “mapuche” a un jugador del equipo de la CAI. La nota de repudió fue elevada a la AFA, al propio club de Rafaela y al INADI. Su reclamo se basó en la propia Constitución de la Nación, pero jamás se tuvo novedades respecto a esta denuncia.

Hay un antecedente mucho más reciente: Marzo de 2009, Independiente recibía a Boca en cancha de Huracán. Para el segundo tiempo la parcialidad local recibió al equipo visitante con banderas de Bolivia y Paraguay, que para hacer clara alusión a la parcialidad xeneize, llevaban pintado el número 12 en el centro (“La Doce” es el nombre que caracteriza a la hinchada de Boca). A las banderas, se le adjuntaba una canción: “…hay que saltar, hay que saltar, el que no salta es de Bolivia y Paraguay”… Al contrario de otros antecedentes, aquí existieron y se comunicaron fallos judiciales. Una comunidad boliviana residente en la Argentina presentó una denuncia por discriminación y fue desestimada: representantes de la Justicia Federal adujeron que si bien los cantos eran ofensivos, no significan un impedimento de los derechos y garantías aseguradas por la Constitución Nacional. El INADI también tomó cartas en el asunto: citó a declarar al árbitro del partido, Sergio Pezzotta, a quién le recriminó no haber suspendido el partido. El club de Avellaneda se desligó de lo sucedido y prometió iniciar una investigación interna. Finalmente, luego de reuniones, pedidos de disculpa y mesas de diálogo, todo se resolvió en un simple apercibimiento de la AFA a Independiente, que ni siquiera significó una sanción económica.

 

Diario Olé