El error de los barrabravas y sus asesores legales

A partir de la decisión de la Jueza en lo Contencioso Administrativo Gilardi, que dispuso que el Estado no brinde –por ahora- información sobre personas relacionadas con la violencia en el fútbol, a las autoridades de la República de Brasil, y llevado a cabo un minucioso análisis de y sobre la cuestión, me permito comentar y afirmar que los barrabravas y sus asesores legales han cometido un grave error accionando para obtener en definitiva lo que decidió la Jueza.
Y esto se afirma por lo siguiente:
1. La mayor parte de la información que la magistrada prohibió remitir a las autoridades brasileras, ya se encuentra en poder de éstas últimas.
2. Sin perjuicio de lo anterior, dicha información (datos) no es patrimonio del Estado. En cambio, se trata de listados que casi todos los clubes de fútbol presentaron a la AFA con las personas que no pueden concurrir a las canchas de fútbol. El conocido derecho de admisión. El Estado cuenta con esa información porque, por cuestiones lógicas de seguridad, es el brazo ejecutor de dicha prohibición. En otras palabras, los dirigentes informaron y el Estado hace operativo semana a semana, el derecho de admisión o, de adverso, la prohibición de ingreso.
3. Esto significa que si bien la Jueza puede prohibir a un organismo del Estado el envío de la dicha información, no puede hacer lo mismo con particulares, o entidades privadas, como por ejemplo la Asociación Civil Salvemos al Fútbol.
4. En la medida de nuestras posibilidades, que no son muchas, pero tampoco son pocas, de aquí en adelante, haremos esfuerzos para que las autoridades brasileras cuenten con todos los elementos necesarios para ser evaluados, con el objeto de que ellos (que no son las autoridades argentinas) decidan qué argentino ingresará a suelo del país vecino. Listados, gestiones, y datos e información propia.
5. Salvemos al fútbol (SAF) tiene especialmente en cuenta que todos los ciudadanos argentinos tenemos derecho a movernos libremente por suelo argentino. Es obvio que también lo tiene cualquier barrabrava.
También tenemos en consideración que el individuo debe ser valorado por sus actos (derecho penal de acto), no obstante lo cual es elemental que si en nuestro país por concretos comportamientos una persona no puede asistir a un estadio de fútbol hoy, la autoridad brasilera debe conocerlo perfectamente para saber qué actitud tomar al respecto, aceptando o no que lo haga en ese país.
6. En cualquier caso, insistimos en que la autoridad brasilera no es la argentina, y no está contaminada –como aquí- de relaciones espurias entre dirigentes y barrabravas, y entre todos ellos y la política.
La protección que muchos barrabravas han tenido y tienen en Argentina, no tiene porqué repetirse en Brasil.
Máxime cuando se ha informado mediáticamente, que medio centenar de supuestos hinchas de fútbol viajarán a Porto Alegre sin entradas, para adquirirlas en Brasil en la reventa.
7. Exhortamos al Gobierno Nacional respetuosamente, a que no haga con este asunto del viaje de los violentos, un papelón similar al que concretó en el Mundial Sudáfrica 2010, ocasión en la cual por falta de información oficial a ese país, terceros – entre quienes se encontró la Asociación Civil Salvemos al Fútbol-, suministraron la correcta y verdadera información a las autoridades sudafricanas.
8. No estamos de acuerdo con la decisión de la Jueza Gilardi, toda vez que la información que se prohíbe suministrar es en su mayor parte, patrimonio de los clubes, en defnitiva pública, y debe estar al alcance de todos.
Tampoco estamos de acuerdo con que el Gobierno Nacional no haya recurrido la decisión de la Jueza Gilardi. Como ha sucedido en otras tantas ocasiones -hace al menos veinte años-, se dice una cosa y se hace otra completamente diferente y a veces, antagónica.
9. Existe un convenio marco (acuerdo) de cooperación y colaboración entre los países (Argentina y Brasil), que debe ser cumplido. Brindar información objetiva no supone la violación de derecho de persona alguna. La intimidad y el acceso a la información no se defiende como lo hizo la Jueza Gilardi. La Justicia, una vez más, quedó en deuda. El sentido común fue otra vez, desechado.
10. Es imperativo hacer saber a todos los barrabravas violentos que han decidido viajar a Brasil, agrupados y sin entradas a como de lugar que, en caso de que se les permita el ingreso a ese país, serán sometidos a una Justicia no indulgente -a diferencia de lo que sucede aquí- en la medida que concreten actos vandálicos como llevan a cabo habitualmente en nuestro medio.
11. La decisión de asociarse y formar la ONG Hinchadas Unidas Argentinas (HUA) sólo legitimó su condición de violentos, ya que así se proclamaron y proclaman. Uno de los principales referentes de esa entidad es el llamado Bebote Alvarez, conocido barrabrava del club Independiente, quien ha sometido al actual presidente de esa entidad en reiteradas ocasiones, al insulto, amenazas, intimidación, golpes, etc.
La decisión de muchos de ellos, patrocinados por una mediática abogada, lejos de tratarse de una acción inocua, por el contrario nuevamente los ha colocado en el ojo de la tormenta, porque sin que nada se hubiera dispuesto al respecto por parte del Gobierno Nacional, resolvieron presentar el amparo, con lo cual admitieron ser personas al menos no gratas, y estar en la mira de todos. Patoteramente, una vez más, se presentaron ante la dócil Justicia Argentina, que siempre los protegió, salvo casos muy aislados y excepcionales, que justificaron la regla del permiso y la connivencia.
Buenos Aires, 18 de abril del año 2014.

Mariano Bergés
Asociación Civil Salvemos al Fútbol