El legado de Julio Grondona

“El poder no es mío. Me lo dan. Los demás sienten que tengo poder y eso es lo que vale”.

La frase de Julio Grondona lo pinta de cuerpo entero y pinta también su modo de actuar sistemática y permanentemente al frente de la AFA, durante 35 años.

Julio Humberto Grondona era una persona conocida en nuestro pequeño mundo (Argentina), simplemente porque estuvo a cargo de la Asociación del Fútbol Argentino durante ese tiempo. Y este conocimiento y atención no tenía razón de ser en la individualidad de la persona, sino sencillamente en que el fútbol para los habitantes de este país, es tan pero tan importante que, para graficarlo, sólo tenemos que recordar el grado de obsesión, excitación y paranoia que tuvimos la mayoría durante el mes pasado en que se disputó el Campeonato Mundial.

8666_grondona1

Cuando ese sujeto se va, conviene preguntarse cuál fue el legado que dejó. Su herencia. Fue un ejemplo a seguir? Se hicieron bien las cosas en su tiempo? Hay que cambiar el rumbo?

Un campeonato del mundo, dos subcampeonatos y varias vueltas a casa en cuartos de final fue el saldo futbolístico de su gestión en nueve torneo ecuménicos.

No parece un saldo negativo. Tampoco positivo. En todo caso, para el nivel que todos entendemos que tiene o debiera tener nuestro equipo desde el punto de vista deportivo, se me ocurre que fue un saldo neutro. Sólo correcto. De acuerdo a las circunstancias. No sobresalió. No descolló.

Desde otras perspectivas que hacen al perfil del dirigente, su gestión fue de regular a mala. Me refiero concretamente a: trato con los dirigentes, manejo del dinero del fútbol, violencia en y por el fútbol, control de los clubes afiliados a la AFA; y, en general, transparencia en todo sentido. En muchos, demasiados momentos de su permanencia en la AFA, se habló de delitos.

La muerte de un ser humano no tiene porqué acallar las críticas a su comportamiento que se hacían en vida. Es indudable –y de Perogrullo- que el fallecido no podrá defenderse. Pero poner a una persona en el sitial de un prócer, o afirmar que murió un sabio, o un grande, sólo porque sucedió un hecho natural (y además a una edad razonable), no tiene pertinencia. En cambio, aquélla frase del inicio, acuñada y puesta sistemáticamente en práctica por Julio Grondona con lógica de hierro en tantos años, conducta que se suma a la estela de engaños, fraudes, negocios, sijulistas, perjuicio para los más pobres a costa de los más ricos y poderosos, y amiguismos varios, nos obliga a afirmar –y repetir como lo hicimos siempre- que era necesario que este hombre dejara la AFA para dar lugar a un recambio que en cualquier caso tiene que ser positivo.

En síntesis: no hay legado.

Desde mi modesto punto de vista, si se sabe aprovechar esta oportunidad, deberíamos estar en las preliminares de una refundación de la AFA. Es el momento de democratizarla, adaptando los Estatutos a tal objetivo.

Salvemos al Fútbol presentó en su momento un proyecto en tal sentido, que jamás fue –siquiera- considerado.

Para que la Inspección General de Justicia imponga (cosa que nunca hizo) a la AFA el ritmo que tiene que tener cualquiera Asociación Civil sin fines de lucro, como lo es la Asociación del Fútbol Argentino.

Para que la AFIP–DGI haga lo que tiene que hacer y que tampoco nunca se concretó.

Para que la AFA, a su vez, controle y haga cumplir a los clubes afiliados, los Estatutos de cada cual. Así lo marca el propio y jamás se realizó.

Para que la AFA quede a cargo sólo del Tribunal de Disciplina Deportiva de los clubes, y no se ocupe de ser el árbitro de cuanto problema de violencia existe motivado por el fútbol, por sobre la correspondiente intervención de las fuerzas policiales o de la Justicia.

Que no haya que llamar a Julio Grondona para suspender un partido de fútbol en el cual los simpatizantes se están moliendo a palos en las tribunas, cuando eso es resorte de otros (el Estado) que se hacen los distraídos.

Que no haya que llamar a Julio Grondona para esto, para aquello y para lo de más allá. Y esperarlo cuando está fuera del país.

Para que la AFA no se maneje en lo sucesivo como un feudo.

Para que el próximo Presidente de la AFA no sea el Jefe, o Don Julio (como Don Corleone), sino simplemente el Presidente de la AFA, primer servidor de los clubes afiliados y del fútbol, en todo sentido.

Nadie se animó, no quisimos o no pudimos sacarlo de su sitial. Era necesario.

Estaba cantado y lo habíamos anunciado más de una vez. Grondona se va a morir como Presidente de la AFA.

Ya está. Ya fue, dirán los más jóvenes.

Que Julio Humberto Grondona descanse en paz. Es nuestro deseo sincero.

pasa-anillo-simbolo-filosofia-Grondona_CLAIMA20130130_0083_14

Que la AFA y el fútbol argentino se pongan de pie y festejen la llegada de una nueva época.

Es el deseo, también sincero y enérgico de la Asociación Civil Salvemos al Fútbol, que pide de todos los responsables de los clubes, y del Gobierno Nacional en lo que a éste le toca, que sientan que están ante una oportunidad especial, única, extraordinaria e histórica, para obrar en consecuencia.

Buenos Aires, 30 de julio del año 2014.

Mariano Bergés

Vicepresidente SAF

Salvemos al Fútbol

(Por un fútbol sin violencia ni corrupción)