Un hombre armado

 

La presencia de un individuo armado dentro del estadio de Lanús el pasado viernes 7 de noviembre, y especialmente dentro de la cancha de fútbol, es un hecho de notoria gravedad.
En primer lugar, pasados un par de días de lo sucedido, ni siquiera se tiene conocimiento de su nombre. Los rumores mediáticos aluden a una persona de custodia del club Lanús (local), que sería integrante de la Policía Federal.
Seguidamente, por si fuera necesario, es a todas luces inadmisible que ese hombre estuviera dentro de la cancha, y además, armado.
Si es discutible que quienes están a cargo del operativo de seguridad porten armas de fuego, mucho más lo es que un ajeno a dicho operativo lo esté.
Nada, insistimos, nada, puede justificar la presencia de ese individuo en un sitio prohibido. Asimismo, el arma que portaba estaba ubicada de un modo que rápidamente podía ser esgrimida, y tenía todo el parecer de quien lo hace para intimidar con su exhibición.

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Desde Salvemos al Fútbol exigimos que se forme el correspondiente sumario en el ámbito del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, para que se establezca la razón por la cual un desconocido (así se lo informó oficialmente) pudo acceder a la cancha del club Lanús, y conversar con policías e incluso el árbitro Merlos, deslindándose las responsabilidades emergentes y dándose a publicidad los resultados de la investigación.
También es exigible la formación de un sumario dentro de la AFA para determinar rápidamente lo ocurrido en este mismo aspecto y se adopten las medidas disciplinarias contra el club Lanús y contra los directivos que estén vinculados a este bochornoso y peligroso suceso.
Decimos velozmente, porque las imágenes televisivas son claras y no permiten mayores cuestionamientos o discusiones.
Si el individuo en cuestión era (es) persona de seguridad del club Lanús, es obvio que debe ser conocida no sólo por el Jefe del Operativo Policial, que le permitió el ingreso, sino también por el Jefe de Seguridad del club referido que lo tiene contratado. Si resulta ser personal de custodia de una persona o varias personas determinadas (Presidente y Comisión Directiva del Club Lanús por ejemplo), entonces ellos deberán explicar porqué permiten que esa persona porte un arma en las condiciones y lugar en que lo hacía.
En cualquier caso, corresponde tomar conciencia de lo sucedido y adoptar las medidas que el caso demanda, a la brevedad.