“El problema de la violencia en el fútbol mexicano” – Mg. Sergio Solorio Silva

Les compartimos el primer diagnóstico de incidentes violentos y medidas de seguridad deportiva a partir de la
“llegada de las barras bravas” en México.

Desde hace más de dos décadas que en México el fenómeno de la violencia en el fútbol se ha convertido en un problema cada vez
más preocupante para la Federación Mexicana de Fútbol (FMF), sus clubes afiliados, los medios de comunicación deportiva y el público que asiste con frecuencia a los espectáculos futbolísticos. Cuando en los medios de comunicación y las redes sociales circulan imágenes de violencia explícita en los estadios, emerge un clima de pánico moral que ocasionalmente despierta la indignación de los gobiernos en
turno, las y los legisladores y la sociedad civil, pero usualmente tiene un periodo de duración efímero y limitado a la relevancia o impacto mediático del incidente.

Como la explicación sobre las causas de este problema suelen reducirse a la “llegada de las barras bravas”1 o su presencia dentro de los estadios del fútbol mexicano, la mayoría de las leyes, reglas o medidas que se han tomado con respecto a la seguridad de los espectáculos futbolísticos radican en el endurecimiento de los sistemas de vigilancia, control y castigo hacia estos grupos considerados como “sujetos peligrosos”, y reconocidos por la FMF a través del concepto de Grupo de Animación, como conjunto de aficionados organizados para animar y apoyar a
un equipo de fútbol.
El acontecimiento considerado por la prensa deportiva mexicana como la “llegada de las barras bravas” al fútbol de este país se refiere
a la creación o surgimiento del primer Grupo de Animación identificado con la estética y el performance de las barras bravas sudamericanas:
la incorporación de cantos de aliento, la colocación de trapos y tirantes con los colores del club en una zona específica, el uso de instrumentos musicales y melodías relacionadas con la murga, el despliegue de globos, papel picado, rollos de calculadora y bombas de humo a la salida del equipo, al igual que otras características como ubicarse en las tribunas que se encuentran detrás de alguna portería y observar el partido de pie y
alentando al club del cual son partidarios. 2 Sólo para tener una referencia temporal de este acontecimiento, para los fines de este documento, la “llegada de las barras bravas” al fútbol mexicano se remonta al año de 1996, con el surgimiento de la que es considerada como la primera barra brava mexicana, la “Ultra Tuza” del Club Pachuca, así como la posterior y gradual emergencia de las barras bravas de la mayoría de los clubes
de primera división del fútbol mexicano, que, para el 2002, ya contaban con al menos una agrupación de este estilo en sus tribunas.
El presente informe tiene el objetivo principal realizar un recuento de las medidas institucionales (leyes, políticas públicas y estrategias
de seguridad deportiva) que las autoridades y los organizadores de partidos oficiales de la Liga Mx han tomado para enfrentar el problema
de la violencia en el futbol mexicano desde “la llegada de las barras bravas”, para, posteriormente analizar su funcionamiento a
la luz del historial de incidentes violentos registrados por la prensa deportiva desde 1996 hasta 2024.